La Oración en el Islam y otra causas relacionadas a su asunto

bemuslim

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La Oración en el Islam
http://www.islam-center.net/es/prayer-in-islam.html

Al realizar el ghusl por yanaabah (impureza, por ejemplo, después de mantener relaciones sexuales
), tanto hombres como mujeres deben lavarse la cabeza y asegurarse que el agua llegue al cuero cabelludo; no basta con humedecer el cabello superficialmente. La mujer que tiene trenzas puede dejarlas hechas ya que es dificultoso volver a armarlas después. La evidencia (dalil) para esto es el hadiz de Umm Salamah (que Allah esté complacido con ella), que dijo: “Le dije: ‘Oh Mensajero de Allah, soy una mujer que usa su cabello recogido en trenzas. ؟Debo soltarme el cabello al realizar el ghusl debido al yanaabah?’. Me respondiَ: ‘No, basta con verter agua sobre tu cabeza tres veces, y luego sobre el resto de tu cuerpo. Eso te purificarل’”. (Reportado por Muslim, 497).

Pero en el caso de aquella mujer que ha terminado su perيodo menstrual o nifaas (sangrado post-natal), debe deshacerse las trenzas al realizar el ghusl. Y Allah sabe mejor.

pueda realizar el wudu con agua, debe hacer el tayamum y orar con el tayamum. El tayamum (ablución seca) requiere golpear las palmas de nuestras manos contra el piso y luego frotar la cara y las palmas.

Debe notarse que el tayamum está prescrito por Allah cuando no hay agua o cuando una persona no puede usarla debido a una enfermedad o algo similar. Allah dice en el Corán (interpretación del significado):

“¡Oh, creyentes! No hagáis la oración cuando estéis ebrios hasta que no sepáis lo que decís. No vayáis impuros, a no ser que estéis de viaje, hasta que no os hayáis bañado. Pero si os encontráis enfermos o de viaje, o si viene uno de vosotros de hacer sus necesidades, o habéis tenido relación con las mujeres y no encontráis agua, buscad tierra limpia y pasáosla por el rostro y las manos. Allah es Remisorio, Absolvedor.” [al-Nisa’ 4:43


A continuaciَn le ofrecemos un breve resumen de los requisitos para realizar el ghusl. Primero, el musulmلn debe realizar sus intenciones de purificaciَn y luego lavarse las partes يntimas. Luego realizar el wudu como el wudu que se hace para orar, y luego verter agua sobre su lado derecho, y luego el izquierdo. A continuaciَn, debe verter agua sobre su cabeza, cubriendo todo el cuerpo con agua. También fue reportado en la sunnah que los pies deben lavarse al final del ghusl. Segْn las palabras de A’ishah (que Allah esté complacido con ella), el Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) solيa realizar el ghusl del yanaba lavلndose las manos, luego las partes يntimas con la mano izquierda. Luego de ello, realizaba el wudu como el que se realiza para la oraciَn. A continuaciَn, tomaba un poco de agua y se pasaba los dedos por la raيz del cabello hasta que habيa vertido tres puٌados de agua en la cabeza. Luego vertيa agua en el resto del cuerpo y se lavaba los pies. (Reportado por Muslim, 479).
Los asuntos que anulan la abluciَn son los siguientes:
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1 – Cualquier tipo de descarga emitida por el orificio anal o la uretra (orina, heces, gases, etc.), excepto los gases emitidos por la vagina de la mujer, eso no anula la abluciَn.

2 – Emisiَn de orina o heces por cualquier otra vيa que no sea la uretra o el ano.

3 – Perder la razَn, lo que puede implicar perder también las facultades mentales, es decir, demencia, o perderla de manera temporaria durante un cierto perيodo de tiempo debido a sueٌo, estado de inconsciencia, intoxicaciَn, etc.

4 – Tocarse el pene, porque Basrah bint Safwaan oyَ al Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) decir: “Todo aquel que se toque el pene debe realizar su abluciَn”. (narrado por Abu Dawud, al-Taharrah, 154. al-Albaani dijo en su libro Sahih Sunan Abi Dawud, n° 166 que es auténtico).

5 – Comer carne de camello, debido a que Jaabir ibn Samurah narrَ que un hombre le preguntَ al Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él): “؟Debemos realizar la abluciَn después de comer carne de camello?”. ةl respondiَ: “Sي”. (Narrado por Muslim 539).

Cabe acotar que tocar el cuerpo de la mujer no anula la abluciَn, ya sea que se haga con deseo o si él, siempre y cuando no exista como resultado de ese contacto emisiَn de semen o lيquido seminal.

Ver al-Sharh al-Mumti’ por Ibn ‘Uzaimin, vol. 1, p. 219-250

Ver colecciَn de veredictos legales emitidos por el consejo permanente de sabios jurisprudentes (Fataawa al-Laynah al Daa’imah) vol. 5, p. 264

Según la Tradición Profética el musulmán debe decir después de cada oración obligatoria, ya sea si rezó como imam o detrás de un imam o solo: “Astagfi ulláh” (Que Dios me perdone) tres veces, luego “Allahúmma enta salam, wa minka salam, tabárakta wa ta’alaita dhal yaláli wal ikram (Dios nuestro, Tú eres la paz, de Ti emana la paz, bendito y enaltecido, ¡Oh! Señor de la majestad y la gloria). Luego debes volver tu rostro a la gente si eres el imam y decir: “la iláha ílla Allahu, wáhdahu, la sharika láh, láhul mulku wa láhul hámd, wa húa ‘ala kúl li shái in qadír. La háwla wa la qúwata ílla billáh, wa la na’budu íllai iyáh. Láhul ni’mah wa láhul fádl wa láhu zaná’ al-hásan. La iláha ílla Allah mujsilína láhud dína wa lau káriha al-kaafirún. Allahúmma la máni’ lima a’taita wa la mu’ti lima mana’ta wa la ianfa’ dhal yádd minka al-yádd (No hay más divinidad que Dios, solo, sin compañero ni asociado, Suyo es el reino y la alabanza, y en sus manos está el destino de todas las cosas. No hay poder ni fuerza excepto en Dios, y no adoramos a nadie más que Él. De Él provienen todas las bendiciones, y todo buen elogio es Suyo. No hay más divinidad que Él, purificamos nuestro culto para Él, aunque los incrédulos detesten esto. Dios nuestro, nadie puede retener lo que Tú das, nadie puede dar lo que Tú retienes, ninguna riqueza ni majestad puede beneficiar a nadie porque de Ti proviene toda riqueza y majestad).

Después de la oración del ocaso y del alba, también como las palabras mencionadas arriba: “La iláha ílla Allahu, wáhdahu, la sharika láh, láhul mulku wa láhul hámd, iúhi wa iumit wa húa ‘ala kúl li shái in qadír (No hay más divinidad que Dios, solo, sin compañero ni asociado, Suyo es el reino y la alabanza, da la vida y da la muerte, y en sus manos está el destino de todas las cosas). Luego después de eso debe decir “Subhana Allah wal hámdu lilláh wa Alláhu ákbar (Glorificado sea Dios, alabado sea, Dios es el Más Grande)” 33 veces, y para completar el cien debe decir: “La iláha ílla Allahu, wáhdahu, la sharika láh, iúhi wa iumit wa húa ‘ala kúl li shái in qadír” (No hay más divinidad que Dios, solo, sin compañero ni asociado, Suyo es el reino y la alabanza, y en sus manos está el destino de todas las cosas).

Según la Tradición Profética tanto quien dirige la oración, el imam, como quien reza solo o detrás de un imam, debe recitar estas oraciones en voz alta después de cada oración canónica en una voz moderada, que no sea demasiado alta, y en un tono de voz ordinario. Está probado en las dos recopilaciones más importantes de reportes auténticos, as-Sahihain, de Ibn ‘Abbás (que Allah esté complacido con él) que elevar la voz al recitar oraciones cuando la gente ha terminado sus oraciones obligatorias es lo que se hacía en los tiempos del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él). Ibn ‘Abbás (que Allah esté complacido con él) dijo: “Sabía que habían terminado cuando escuchaba eso”.

No es permisible recitar en voz alta al unísono; cada persona debe recitarlo para sí mismo sin poner atención a la voz de nadie más, porque recitar estas oraciones al unísono es una innovación que no tienen bases en el Islam.

Luego está prescripto para el imam, quienes rezan detrás suyo y quienes rezan solos, recitar el verso del Trono (áiat al-kursi) suavemente, luego el capítulo al-ijlás, al-fálaq y an-nas, es decir, los últimos tres capítulos breves del Corán, sin levantar la voz. Después de la oración del ocaso y de la oración del alba uno debe repetir estos tres capítulos tres veces. Esto es lo mejor, por la autenticidad de los reportes que indican todo eso que hemos afirmado arriba.

Que Dios bendiga y otorgue la paz a nuestro Profeta Muhámmed, a su familia, sus compañeros y a aquellos que los sigan en la verdad hasta el Día del Juicio”. Fin de la cita.
 
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