Mujer, española y musulmana
Las zaragozanas conversas critican los prejuicios a los que se enfrentan tras su decisión de abrazar el Islam.
29/10/2007 MARTA FRANCO
Son españolas y crecieron en círculos cristianos o agnósticos. No fue hasta la edad adulta cuando abrazaron la fe musulmana. Ahora se enfrentan a las dificultades que supone seguir sus creencias en una sociedad a la que le resulta difícil comprender que una mujer occidental se convierta a una religión a la que se asocian, "por una cuestión de ignorancia", términos tan duros como terrorismo u opresión.
A Maribel Gómez, Sonia del Riego y Maite Saenz las unió la fe. Conocieron el Islam de maneras muy diferentes, pero se encontraron con problemas similares. Maribel Gómez, presidenta de la Asociación de Mujeres Conversas Imran, descubrió el Corán en un viaje a Egipto. A partir de ese momento, empezó a interesarse por textos de temática musulmana. "Vi que todo lo que leía era lo que había buscado desde siempre --explica--. Desde entonces, conversa, creyente y practicante". En un principio, su círculo no comprendió su decisión. Ni siquiera su familia, aunque con ellos la relación ha vuelto a la normalidad. Por eso, asegura que fue "una salvación" encontrar a otras mujeres en su situación.
El caso de Sonia del Riego fue distinto. Ella conoció hace doce años al hombre que ahora es su marido, argelino y musulmán, pero no fue hasta seis años después cuando, sin dudar, decidió abandonar el cristianismo y convertirse al Islam. "Hay unos cambios básicos, importantes, pero no esenciales. Creemos en un único Dios, pero nosotros nos comprometemos a responder ante él sin intermediarios. Y todos los conceptos se pueden aplicar a la vida de hoy y a los problemas sociales y tienen un razonamiento y un sentido", afirma.
Esta "lógica" fue también la que terminó de convencer a Maite Saenz. Maite, que siempre había sido cristiana practicante, empezó a dudar de sus creencias al hablar con personas de otras religiones. Al principio, sin embargo, no quiso saber nada del Islam. "Conocí a personas subsaharianas y, aunque tenían muy buen corazón, sus costumbres no me parecían correctas", comenta. Fue más tarde, al entrar en contacto con otras conversas y empezar a leer sobre el tema, cuando cambió de opinión. En muchas ocasiones, el entorno anterior se pierde, bien por incomprensión, bien por una pérdida de intereses comunes. En el caso de Maite, como en el de Sonia y Maribel, la relación con la familia superó el primer momento, y ahora "es aún mejor".
Las tres rechazan el papel de los medios de comunicación, a los que acusan de no querer mostrar el verdadero Islam. "Cuando hay un problema, sale en las noticias --indican--. Cuando es un documental, tarde por la noche". Además, se muestran muy críticas con las ideas preconcebidas que existen sobre su religión. "Nos ven y piensan que hemos retrocedido --explica Maite--. Es todo lo contrario. Lo hemos hecho por elección. Aquí te están imponiendo que tienes que ser guapa, delgada, trabajar y ser madre, así que, ¿quién tiene más libertad?" Sonia menciona como ejemplo el caso de la diputada ceutí que tomó posesión de su cargo ataviada con el velo islámico. "Abogada, casada y diputada. Ha jurado la Constitución y, aún así, hay quien dice que está oprimida", protesta. Además, recuerda que el Islam recoge entre sus principios aspectos como el derecho al divorcio, el aborto o la independencia económica de la mujer.
Por otra parte, admiten que ellas son musulmanas "de libro", y señalan que la sociedad musulmana "está muy deteriorada". En ese sentido, explican que a menudo se confunde la religión con la tradición de los países, y se acusa al Islam de estar detrás de prácticas tan reprobables como la ablación, que se practica también en países donde la fe mayoritaria es otra. "Una cosa es lo que dice el Corán, y otra lo que hacen algunos musulmanes. Nosotras contamos con la ventaja de no tener ciertas tradiciones, aunque eso no quiere decir que no nos equivoquemos --comentan--. Pero la libertad es individual, cada uno sabe lo que tiene que hacer y, si hay cualquier duda, abrimos el libro".
http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/noticia.asp?pkid=360678
Las zaragozanas conversas critican los prejuicios a los que se enfrentan tras su decisión de abrazar el Islam.
29/10/2007 MARTA FRANCO
Son españolas y crecieron en círculos cristianos o agnósticos. No fue hasta la edad adulta cuando abrazaron la fe musulmana. Ahora se enfrentan a las dificultades que supone seguir sus creencias en una sociedad a la que le resulta difícil comprender que una mujer occidental se convierta a una religión a la que se asocian, "por una cuestión de ignorancia", términos tan duros como terrorismo u opresión.
A Maribel Gómez, Sonia del Riego y Maite Saenz las unió la fe. Conocieron el Islam de maneras muy diferentes, pero se encontraron con problemas similares. Maribel Gómez, presidenta de la Asociación de Mujeres Conversas Imran, descubrió el Corán en un viaje a Egipto. A partir de ese momento, empezó a interesarse por textos de temática musulmana. "Vi que todo lo que leía era lo que había buscado desde siempre --explica--. Desde entonces, conversa, creyente y practicante". En un principio, su círculo no comprendió su decisión. Ni siquiera su familia, aunque con ellos la relación ha vuelto a la normalidad. Por eso, asegura que fue "una salvación" encontrar a otras mujeres en su situación.
El caso de Sonia del Riego fue distinto. Ella conoció hace doce años al hombre que ahora es su marido, argelino y musulmán, pero no fue hasta seis años después cuando, sin dudar, decidió abandonar el cristianismo y convertirse al Islam. "Hay unos cambios básicos, importantes, pero no esenciales. Creemos en un único Dios, pero nosotros nos comprometemos a responder ante él sin intermediarios. Y todos los conceptos se pueden aplicar a la vida de hoy y a los problemas sociales y tienen un razonamiento y un sentido", afirma.
Esta "lógica" fue también la que terminó de convencer a Maite Saenz. Maite, que siempre había sido cristiana practicante, empezó a dudar de sus creencias al hablar con personas de otras religiones. Al principio, sin embargo, no quiso saber nada del Islam. "Conocí a personas subsaharianas y, aunque tenían muy buen corazón, sus costumbres no me parecían correctas", comenta. Fue más tarde, al entrar en contacto con otras conversas y empezar a leer sobre el tema, cuando cambió de opinión. En muchas ocasiones, el entorno anterior se pierde, bien por incomprensión, bien por una pérdida de intereses comunes. En el caso de Maite, como en el de Sonia y Maribel, la relación con la familia superó el primer momento, y ahora "es aún mejor".
Las tres rechazan el papel de los medios de comunicación, a los que acusan de no querer mostrar el verdadero Islam. "Cuando hay un problema, sale en las noticias --indican--. Cuando es un documental, tarde por la noche". Además, se muestran muy críticas con las ideas preconcebidas que existen sobre su religión. "Nos ven y piensan que hemos retrocedido --explica Maite--. Es todo lo contrario. Lo hemos hecho por elección. Aquí te están imponiendo que tienes que ser guapa, delgada, trabajar y ser madre, así que, ¿quién tiene más libertad?" Sonia menciona como ejemplo el caso de la diputada ceutí que tomó posesión de su cargo ataviada con el velo islámico. "Abogada, casada y diputada. Ha jurado la Constitución y, aún así, hay quien dice que está oprimida", protesta. Además, recuerda que el Islam recoge entre sus principios aspectos como el derecho al divorcio, el aborto o la independencia económica de la mujer.
Por otra parte, admiten que ellas son musulmanas "de libro", y señalan que la sociedad musulmana "está muy deteriorada". En ese sentido, explican que a menudo se confunde la religión con la tradición de los países, y se acusa al Islam de estar detrás de prácticas tan reprobables como la ablación, que se practica también en países donde la fe mayoritaria es otra. "Una cosa es lo que dice el Corán, y otra lo que hacen algunos musulmanes. Nosotras contamos con la ventaja de no tener ciertas tradiciones, aunque eso no quiere decir que no nos equivoquemos --comentan--. Pero la libertad es individual, cada uno sabe lo que tiene que hacer y, si hay cualquier duda, abrimos el libro".
http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/noticia.asp?pkid=360678